Entradas populares

sábado, 8 de abril de 2017

RAPTÓ A NIÑO Y DESPUÉS LO HIZO SU CONCUBINO




 La originaria escena de los acontecimientos incluyó a un niño de ocho años con ganas de un disfraz menos antiguo. O menos desalentador. Esto no agrega ningún ápice a los supuestos y explicaciones, pero ayuda en la fijación de las huellas vitales: Era la época de carnaval y Emilio rechazaba su atavío de pirata sin marca de fábrica.
El infante, a la luz del centelleo televisivo, hubiese querido un atuendo de prestancia irrebatible. De Tortuga Ninja, por ejemplo. De Robocop o de Spiderman. Sin embargo, la madre, que no poseía peculio sino buenas intenciones, resolvió (en un ataque de ingenua iniciativa) confeccionarle ella misma el disfraz de pirata. Capa negra, camisa azul, bombachos, botas de fieltro y sombrero de alas extendidas, según el justo modelo de corsario (kitsch) que su discernimiento le apuntaba. Y la espada de lata, como apresto infaltable, se debió a la idea de un vecino artesanal.